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Mezquitas
Antes de iniciar esta sección sobre las mezquitas que visitamos en Estambul, cabe destacar que Turquía es un Estado Islámico laico. Esto significa, en lo que corresponde a las mezquitas, que el turista podrá verlas de una forma más amplia en Turquía que en otros países islámicos.
¿Eso quiere decir que no haya que respetar el lugar sagrado, la cultura y la idiosincrasia del pueblo turco que sigue la fe islámica? Claramente no. Por supuesto las mujeres han de cubrirse la cabeza y llevar vestimenta adecuada para ingresar, al igual que los hombres han de llevar pantalones largos y camisas/remeras adecuadas para entrar en estos lugares de culto.
Hay horarios de visita, los cuales son luego o antes de los distintos rezos. Durante la oración solo aquellos que profesen la fe islámica podrán ingresar.
La entrada a las mezquitas en Estambul es gratuita, lo cual es una incitación para visitar muchas y deleitarse con su arquitectura, decoración e historia.
Mezquita Santa Sofía (Hagia Sophia)
Habiendo sido hasta hace muy poco un museo, hoy en día ha sido reconvertida a mezquita. Contemplar la otrora Catedral de Bizancio, erigida en el año 360 D.C, con su espectacular cúpula, manteniéndose erguida pese al paso del tiempo, no tiene precio.
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Los cuatro minaretes que la adornan, el color rojizo de su estructura, las tumbas de los distintos sultanes enterrados alrededor de ésta, y las vistas que hay desde el segundo piso de la misma hacia la Mezquita Azul son impresionantes.
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A su vez, la paz que se respira adentro de la misma, la colosal magnificencia de su cúpula vista desde el interior, la decoración, los distintos estandartes, los frescos en el piso de arriba de los emperadores bizantinos, en fin, contemplar más de 1000 años de historia en ese estado es indescriptible.
También en el patio exterior hay diseminados distintos capiteles, que atestiguan no solo el correr de los años, sino que también los distintos avatares por los que ha tenido que pasar Santa Sofía, tales como terremotos a los que ha resistido a lo largo de su riquísima historia.
Mezquita Azul
La Mezquita Azul es una estructura “moderna” (en comparación a la Hagia Sophia, ya que su construcción se inició en el siglo XVII) inspirada en ésta y enfrente de la misma.
La entrada a dicha mezquita ya es digna de ser admirada. Sus fuentes para que los devotos se higienicen antes de ingresar a este templo de oración, sus patios, y cada detalle ya es un preludio del interior.
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Por supuesto que cuando se contempla la Mezquita Azul, no te puedes dejar de asombrar de sus seis minaretes, lo cual la hacía una mezquita única hasta el año 2019 que se inauguró la mezquita de Çamlıca también con seis minaretes, en la misma ciudad, pero en la parte asiática.
Su interior deja sin aliento a todo aquel que la visita, cuya decoración con azulejos en tonos azules y rojizos, una alfombra hermosa, cúpulas espectaculares y unas arañas impresionantes, deleitan a todos los visitantes por su espacio abierto, amplio y luminoso.
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Al lado de la Mezquita Azul se encuentra la tumba del Sultan Ahmet, que a su vez da nombre a la plaza que hay entre la Mezquita Azul y Santa Sofía. Si bien técnicamente no es una mezquita, es una construcción hermosa, con motivos ornamentales geométricos que no dejan a nadie indiferente.
Mezquita Pequeña Santa Sofía
Una modesta mezquita, de visita imperdible desde nuestro punto de vista, cerca de dos de las mezquitas más impresionantes de Estambul, es la Pequeña Santa Sofía.
Por supuesto que en su momento no lo era, sino que fue una iglesia bizantina que con la invasión de los pueblos turcos fue reconvertida.
Su punto fuerte son los azulejos y la decoración que posee en su interior. A su vez, se encuentra ubicada frente al mar de Mármara y en la zona más transitada por los turistas en la ciudad. A escasos 300 o 400 metros desde la Mezquita Azul, se encontrarán con esta pequeña joya, que no pasa desapercibida debido a su belleza.
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Otras mezquitas
Como ya advertimos al inicio, Estambul no cobra el ingreso a las mezquitas, y hay una gran profusión de éstas por toda la ciudad, tanto de la época bizantina como de la turca. Otras mezquitas a destacar en Estambul son: la de Suleyman, la Yeni Cami ubicada enfrente del puente de Gálata, la Mezquita Rustem Pasa Cami cerca de dicho puente y si se quiere contemplar una mezquita moderna, la recientemente inaugurada en la parte asiática Çamlica, que es la más grande de Estambul. Pero, de todas formas, al pasear por la ciudad, de encontrarse con alguna en su camino, no dejen de conocerla, ya que seguramente valdrá la pena el ingreso.
Palacio Topkapi
Estambul tiene mucho para ofrecer, y entre sus mayores atractivos está el imperdible Palacio Topkapi. Éste, ha sido la sede del poder del Imperio Otomano, y posee en su interior hermosos jardines y salones. La entrada al museo es arancelada y particionada, siendo la de mayor precio la que permite el ingreso a todas las áreas.
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La pregunta entonces es, ¿vale la pena pagar la entrada completa al Palacio Topkapi? Sin duda alguna, la respuesta para nosotros es sí. El harén, que es el área por el que se abona un precio mayor es impresionante y sin duda alguna, vale la pena el pago. El continuar viendo el lujo de los salones, la decoración, y las vistas hacia la ciudad que se pueden apreciar desde las instalaciones del mismo, hace que el pago extra sea insignificante en comparación a lo que otorga como recompensa.
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Visitar el palacio les llevará aproximadamente medio día, siempre dependiendo de la velocidad con la cual sea recorrido y el grado de atención que se le preste a cada detalle. Hay que tener en cuenta que, al visitarlo, no solo se conocen sus instalaciones y jardines, sino que también se admiran las vistas al mar de Mármara y a la ciudad, las cuales son espectaculares.
Palacio de Dolmabahçe
El Palacio de Dolmabahçe, al igual que el Topkapi, ha sido sede del sultán del imperio Otomano. Su construcción, más moderna que la de su predecesor, le permitieron a su morador disfrutar de lujos actualizados a la época de su construcción.
Si bien la historia no es la misma, ni las vistas hacia el Bósforo son tan hermosas como las del Topkapi, vale la pena conocer este museo. Su cúpula, cubierta de oro, y la gran araña de vidrio ya son razones suficientes para visitar este punto de interés.
El Gran Bazar
Ubicado en la parte europea de la ciudad, a pocos metros de la Mezquita Azul y Santa Sofía, se encuentra uno de los puntos de interés que nunca se deben dejar de lado en una visita a Estambul. Nos referimos al Gran Bazar. Los aromas y colores de las especias, los diferentes puestos de telas, las joyerías, los souvenirs y un gran sinfín de cosas, conforman el que es hoy en día uno de los bazares más grandes del mundo.
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Cabe destacar que éste se compone de dos zonas bien diferenciadas: por un lado, la superficie cubierta, la cual deja impactado a todo aquel que la visita, y por el otro, las calles de sus alrededores que llegan hasta el Puente de Gálata y por las cuales es muy probable que se terminen desorientando debido a su inmensidad. De todas maneras, esto último no termina siendo un problema, debido a que su magnificencia y belleza hacen que valga la pena el perderse entre sus corredores y poder así disfrutar de la visita.
Cisternas de la ciudad
Si bien, a nuestro entender, este punto turístico no es de visita obligada, no dejen de conocerlo si su tiempo en la ciudad se los permite. Las Cisternas de Estambul son aquella construcción donde la ciudad almacenaba el agua potable para varios propósitos. Entre ellos, épocas de sequía o asedios.
Lo interesante de este sitio subterráneo es ver las columnas que aún permanecen erguidas a pesar del paso del tiempo y el agua contra las mismas que le dan un aire especial que por lo general no se suele apreciar en otros escenarios.
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Puente de Gálata
El Puente de Gálata es aquel que atraviesa el cuerno de oro. Pero, si bien éste no es el puente más relevante de la ciudad, ya que el que conecta la parte europea con la asiática es de mayor envergadura y tiene el hito de conectar dos continentes, sin duda alguna, es de visita obligatoria.
Este puente tiene dos pisos: el superior por el que circulan autos y transeúntes, al mismo tiempo que hay personas locales pescando. Y el inferior por donde se puede caminar relajadamente al lado de esta hermosa entrada de mar, y donde se alojan muchos restaurantes, y es posible almorzar o cenar, o simplemente tomar algo a un precio sumamente accesible y con el complemento de unas vistas envidiables.
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Torre de Gálata
La torre de Gálata se ubica en una colina y posee vistas privilegiadas hacia distintos puntos de la ciudad. A su vez, las fotografías de dicha torre siempre hacen de esta zona, una hermosa estampa.
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Se puede subir a dicha torre y así contemplar las hermosas vistas que desde allí se divisan, ya que es un mirador. No obstante ello, para nosotros no es la mejor opción, debido que al ascender y ver el paisaje, se estarán perdiendo de admirar la torre en sí misma.
Por este motivo, es que nosotros recomendamos, para no perderse el contemplar dicha torre, y tener igualmente unas vistas muy similares, ir al Café Konak. No hay por qué almorzar o cenar. Basta con tomar un café o un té para poder ingresar a su terraza.
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El que sea un poco más caro que otros cafés/restaurantes, es entendible, ya que también están cobrando por las vistas. Pero su costo no es para nada desorbitante y más teniendo en cuenta que es una zona turística donde los precios suelen ser un poco más elevados que en otras áreas de la ciudad.
Plaza Taksim y Avenida Istiklal
La Plaza Taksim es un punto neurálgico de la parte europea de Estambul. Desde aquí parten y terminan muchos metros/subtes, convirtiéndola así en un nudo importante en lo que al entramado del transporte público de la ciudad se refiere. También es el comienzo/final de la Avenida Istiklal. Esta plaza de gran tamaño, posee el Monumento a la República en el centro y es sumamente atrayente para visitarla al menos una vez.
Istiklal es por excelencia la avenida peatonal/comercial de Estambul. Atravesada por un tranvía de estilo antiguo, similar a los que transitan por Milán y otras ciudades europeas, llevan al visitante a la nostalgia del pasado.
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Esta avenida, cercana a la Torre de Gálata, es un atractivo en sí mismo. No solo por el bullicio de gente que la transita, las tiendas de dulces típicos turcos, los distintos puestos de comida local y las cadenas internacionales como Pizza Hut o Burguer King, sino también por distintas sorpresas que se pueden encontrar en dicha calle. Y cuando decimos sorpresas, hacemos referencia principalmente a la Iglesia de San Antonio de Padua, de culto católico, que se ubica en esta avenida, y con la cual es agradable cruzarse. Su construcción resulta un tanto peculiar, ya que en su frente se encuentran dos edificios que la rodean. Su estructura neogótica, su amplio interior, y toda su decoración, la hacen ser claramente una parada obligatoria en un paseo por Istiklal.
Paseo en barco
Estambul se encuentra ubicada entre los continentes de Europa y Asia, siendo así la única ciudad en el mundo que cumple con esta condición. Separada por el Bósforo, queda dividida en dos: la parte europea, donde se concentran la mayor cantidad de atractivos turísticos, y la asiática, que, si bien se encuentra más alejada de dichos puntos de interés, también es muy linda y otorga la posibilidad de conseguir hospedaje y comida a menor precio.
Existe la posibilidad de conocer la ciudad desde otra perspectiva, y teniendo la oportunidad, lo cual siempre es atrayente ¿por qué no hacerlo?
Para ello hay varias opciones: desde distintos recorridos turísticos de mayor o menor duración en los que solo se da un paseo, hasta aquellos más lujosos que otorgan la posibilidad de almorzar o cenar mientras se contemplan las maravillosas vistas a la ciudad.
Pero, no sólo existe la posibilidad de realizar ese tipo de paseos contratando tours, sino que también se puede utilizar el transporte público de ferris que los llevarán desde la zona europea a la asiática y viceversa. La ventaja, es que el costo es mucho menor, las vistas similares y otorga la posibilidad de recorrer la parte asiática por el tiempo que deseen. En nuestro caso optamos por esta opción y visitamos el puerto de Kadikoi y su zona aledaña.
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Un consejo importante: parte del paseo en ferri también es ver como sobrevuelan las gaviotas y acompañan el trayecto. Las mismas están acostumbradas a que los distintos usuarios del servicio les tiren comida al aire que agarrarán al vuelo. Así que lleven pan o galletas para ofrecerles.
Murallas de Constantinopla
Si bien no son uno de los principales atractivos de la ciudad, vale la pena visitarlas si el tiempo así se los permite. Estas murallas de piedra, rodeaban y protegían la antigua Constantinopla y están en pie hoy en día a pesar de su falta de mantenimiento.
Reseñas finales
Estambul es sin duda alguna, una de las ciudades más increíbles que hemos visitado hasta el momento. Desde sus hermosas mezquitas, hasta sus calles comerciales, no nos ha dejado de sorprender ni un solo minuto en toda nuestra estancia.
La ciudad es enorme y la cantidad de atractivos es interminable, por lo que siempre les quedará la sensación de que les falta algo por conocer. Al menos eso no ha pasado a nosotros.
Si bien la visitamos por seis días, realmente nos hubiéramos quedado por lo menos dos más. Recomendamos una estancia no menor a cuatro días, pero eso depende de cada turista, que es lo que quieren conocer y en que profundidad.
¿Y ustedes, ya han estado en Estambul? Si es así, ¿les ha gustado?, ¿Qué fue lo que más les gustó?, ¿Volverían? Y de no conocerla, ¿les gustaría conocer esta impresionante ciudad turca? ¿Consideran de visita obligada algún atractivo que no hayamos mencionado? Nos encantaría saber acerca de sus experiencias.
Tenemos muchísimas ganas de visitar Turquía, seguramente será nuestro próximo destino en cuanto se pueda, así que nos guardamos todos vuestros consejos!!!
Es increíble, nosotros solo conocimos Estambul y nos quedamos con ganas de ir a Capadocia y varios lugares más, pero es un destino que sin duda engancha!!